Nacemos en una tierra de infinito horizonte que, como el cable de un equilibrista, promete sorpresa y audacia. Sobre este “cable-horizonte”, cada agosto desde hace 29 años, camina el arte, que es tanto como decir que camina la vida. Y aunque los años pueden pesar y caminar por el alambre nunca fue fácil, la experiencia y el calor del público hacen que el espectáculo deslumbre como nunca. FETALE sigue brillando, sigue siendo un faro para el arte, la creación y la convivencia; sigue siendo un faro que recoge el ayer, que reclama el hoy y que se proyecta al futuro..